En este sentido, las soluciones de códigos QR son perfectas para cualquier bar o restaurante. Al escanearse con un smartphone, conducen automáticamente a una página web o a una aplicación. Así, los clientes pueden consultar la carta, escoger los platos y pagar sin depender del personal.
A través de servicios como Square Online es posible crear cartas digitales, que combaten la transmisión de gérmenes y reducen los costes de impresión, y están vinculadas a un código QR personalizado. Estas cartas pueden incluir numerosa información de los platos (desde fotografías a descripciones de los ingredientes, acompañamientos, recomendaciones…), se pueden modificar al instante y no obligan a reimprimirse con cada cambio. Esto repercute en la sostenibilidad del negocio, algo que los clientes valoran (y exigen) cada vez más.
Este sistema tampoco requiere el uso de tarjeta. El usuario introduce sus datos de pago en el smartphone tras hacer el pedido y, gracias al sistema de TPV, este se procesa y registra automáticamente. El último paso involucra a la cocina: una vez aceptado el pago, el TPV envía la información de la comanda al personal que está entre los fogones. Aparte, se puede instalar un hardware de TPV especializado y una pantalla para que los cocineros vean los pedidos entrantes y mejorar la gestión.
Otra de las ventajas de la tecnología QR es que se reducen los tiempos de espera, ya que los clientes pueden consultar las cartas digitales antes de sentarse a la mesa, lo que agiliza el proceso. También ayuda a fidelizar ventas e incluso puede favorecer una mayor facturación, ya que a través de estos códigos es posible proporcionar sugerencias, extras y descuentos al cliente a medida que escoge los platos.